Reina Valera Gómez 1Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿Por qué los que le conocen no ven sus días? 2Traspasan los términos, roban los ganados, y los apacientan. 3Se llevan el asno de los huérfanos; y toman en prenda el buey de la viuda. 4Hacen apartar del camino a los menesterosos; y todos los pobres de la tierra se esconden. 5He aquí, como asnos monteses en el desierto, salen a su obra madrugando para robar; el desierto es mantenimiento de sus hijos. 6En el campo siegan su pasto, y los impíos vendimian la viña ajena. 7Al desnudo hacen dormir sin ropa, y que en el frío no tenga cobertura. 8Con las avenidas de los montes se mojan, y abrazan las peñas por falta de abrigo. 9Quitan el pecho a los huérfanos, y de sobre el pobre toman la prenda. 10Al desnudo hacen andar sin ropa, y al hambriento quitan las gavillas. 11Dentro de sus paredes exprimen el aceite, pisan los lagares, y mueren de sed. 12De la ciudad gimen los hombres, y claman las almas de los heridos de muerte; mas Dios no puso estorbo. 13Ellos son los que, rebeldes a la luz, nunca conocieron sus caminos, ni estuvieron en sus veredas. 14A la luz se levanta el matador, mata al pobre y al necesitado, y de noche es como ladrón. 15El ojo del adúltero aguarda al anochecer, diciendo: No me verá nadie; y disfraza su rostro. 16En las tinieblas minan las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz. 17Porque la mañana es para todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman. 18Son ligeros como la superficie de las aguas; su porción es maldita en la tierra; no andarán por el camino de las viñas. 19La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; y el sepulcro a los pecadores. 20Se olvidará de ellos el seno materno; de ellos sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá de ellos memoria, y como un árbol serán quebrantados los impíos. 21A la mujer estéril que no da a luz, afligió; y a la viuda nunca hizo bien. 22A los fuertes arrastró con su poder: se levanta, y ninguno está seguro de la vida. 23Les da seguridad en que se apoyen, y sus ojos están sobre los caminos de ellos. 24Son exaltados por un poco de tiempo, mas desaparecen y son abatidos como todos los demás; serán encerrados, y cortados como cabezas de espigas. 25Y si no, ¿quién me desmentirá ahora, o reducirá a nada mis palabras? |