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Proverbios 27
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Reina-Valera 1909 con números de Strong
1
NO
te jactes
del día
de mañana;
porque
no
sabes
qué
dará
de sí el día.
2
Alábete
el extraño,
y no
tu boca;
el ajeno,
y no
tus labios.
3
Pesada
es la piedra,
y la arena
pesa;
mas la ira
del necio
es más pesada
que ambas
cosas.
4
Cruel
es la ira,
é impetuoso
el furor;
mas ¿quién
parará delante
de la envidia?
5
Mejor
es reprensión
manifiesta
que amor
oculto.
6
Fieles
son las heridas
del que ama;
pero importunos
los besos
del que aborrece.
7
El alma
harta
huella
el panal
de miel; mas al alma
hambrienta
todo
lo amargo
es dulce.
8
Cual ave
que se va
de
su nido,
tal
es el hombre
que se va
de
su lugar.
9
El ungüento
y el perfume
alegran
el corazón:
y el amigo
al hombre con el cordial
consejo.
10
No
dejes
á tu amigo,
ni al amigo
de tu padre;
ni
entres en casa
de tu hermano
el día
de tu aflicción:
mejor
es el vecino
cerca
que el hermano
lejano.
11
Sé sabio,
hijo
mío, y alegra
mi corazón,
y tendré qué responder
al que me deshonrare.
12
El avisado
ve
el mal,
y
escóndese;
mas
los simples
pasan,
y
llevan
el daño.
13
Quítale
su ropa
al que
fió
al extraño;
y
al que fió
á
la extraña,
tómale prenda.
14
El que bendice
á su amigo
en alta
voz,
madrugando
de mañana,
por maldición
se le contará.
15
Gotera
continua
en tiempo
de lluvia, y la mujer
rencillosa,
son semejantes:
16
El que pretende contenerla,
arresta el viento:
ó el aceite
en su mano derecha.
17
Hierro
con hierro
se aguza;
y el hombre
aguza
el rostro
de su amigo.
18
El que guarda la higuera,
comerá
su fruto;
y el que guarda
á su señor,
será honrado.
19
Como un agua
se parece á otra, así
el corazón
del hombre
al otro.
20
El sepulcro
y la perdición
nunca
se hartan:
así los ojos
del hombre
nunca
están satisfechos.
21
El crisol
prueba
la plata,
y la hornaza
el oro:
y al hombre
la boca
del que lo alaba.
22
Aunque
majes
al necio
en un mortero
entre
granos de trigo á pisón
majados,
no
se quitará
de
él su necedad.
23
Considera
atentamente
el aspecto
de tus ovejas;
pon
tu corazón
á tus rebaños:
24
Porque
las riquezas
no
son para siempre;
¿y
será
la corona
para perpetuas generaciones?
25
Saldrá
la grama,
aparecerá
la hierba,
y segaránse
las hierbas
de los montes.
26
Los corderos
para tus vestidos,
y los cabritos
para el precio
del campo:
27
Y abundancia
de leche
de las cabras
para tu mantenimiento,
y para mantenimiento
de tu casa,
y para sustento
de tus criadas.
Reina-Valera 1909 con números de Strong. Cortesía de Rubén Gómez. Utilizado con permiso.
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