Reina Valera Gómez 1Además respondió Eliú, y dijo: 2Oíd, sabios, mis palabras; y vosotros, doctos, estadme atentos. 3Porque el oído prueba las palabras, como el paladar gusta la comida. 4Escojamos para nosotros el juicio, conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno; 5Porque Job ha dicho: Yo soy justo, y Dios me ha quitado mi derecho. 6¿He de mentir yo contra mi razón? Mi herida es incurable sin haber yo transgredido. 7¿Qué hombre hay como Job, que bebe el escarnio como agua? 8Y va en compañía con los que obran iniquidad, y anda con los hombres malignos. 9Porque ha dicho: De nada sirve al hombre deleitarse a sí mismo en Dios. 10Por tanto, varones entendidos, oídme; lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad. 11Porque Él pagará al hombre según su obra, y Él le hará hallar conforme a su camino. 12Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, y el Omnipotente no pervertirá el derecho. 13¿Quién le dio autoridad sobre la tierra? ¿O quién puso en orden todo el mundo? 14Si Él pusiese sobre el hombre su corazón, y recogiese a sí su espíritu y su aliento, 15toda carne perecería juntamente, y el hombre se tornaría en polvo. 16Si tienes entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras. 17¿Gobernará el que aborrece juicio? ¿Y condenarás tú al que es tan justo? 18¿Se dirá al rey: Perverso; Y a los príncipes: Impíos? 19¿Cuánto menos a Aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni respeta al rico más que al pobre? Porque todos son obras de sus manos. 20En un momento morirán, y a medianoche se alborotarán los pueblos, y pasarán, y sin mano será quitado el poderoso. 21Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos. 22No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se oculten los que obran maldad. 23No carga, pues, Él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio. 24Él quebrantará a los fuertes sin indagación, y pondrá a otros en lugar de ellos. 25Por tanto Él hará notorias las obras de ellos, cuando los trastorne en la noche, y sean quebrantados. 26Como a malos los herirá en lugar donde sean vistos: 27Por cuanto así se apartaron de Él, y no consideraron ninguno de sus caminos; 28haciendo venir delante de Él el clamor del pobre, y que oiga el clamor de los necesitados. 29Si Él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre; 30Haciendo que no reine el hombre hipócrita para vejaciones del pueblo. 31De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más. 32Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más. 33¿Ha de ser eso según tu mente? Él te retribuirá, ora rehúses, ora aceptes, y no yo; por tanto, habla lo que sabes. 34Que los hombres de entendimiento me hablen, y el hombre sabio me oirá: 35Job habla sin entendimiento, y sus palabras no son con sabiduría. 36Deseo yo que Job sea probado ampliamente, a causa de sus respuestas por los hombres inicuos. 37Porque a su pecado añadió rebelión; bate las manos entre nosotros, y contra Dios multiplica sus palabras. |