Reina Valera Gómez 1Y éstos son los decretos que les propondrás. 2Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre de balde. 3Si entró solo, solo saldrá; si estaba casado, saldrá él y su esposa con él. 4Si su amo le hubiere dado esposa, y ella le hubiere dado a luz hijos o hijas, la esposa y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. 5Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi esposa y a mis hijos, no saldré libre: 6Entonces su amo lo traerá ante los jueces; y lo traerá a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lezna, y será su siervo para siempre. 7Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos. 8Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, le permitirá que sea redimida, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. 9Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. 10Si le tomare otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 11Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia sin dinero. 12El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá. 13Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir. 14Además, si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera. 15Y el que hiriere a su padre o a su madre, morirá. 16Asimismo el que robare una persona, y la vendiere, o se hallare en sus manos, morirá. 17Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá. 18Además, si algunos riñeren, y alguno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y no muriere, pero cayere en cama; 19si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces el que le hirió será absuelto; solamente le compensará por el tiempo perdido, y hará que le curen. 20Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo de su mano, será castigado: 21Mas si durare por un día o dos, no será castigado, porque su dinero es. 22Si algunos riñeren, e hiriesen a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber otro daño, será penado conforme a lo que le impusiere el marido de la mujer, y pagará según determinen los jueces. 23Mas si hubiere algún otro daño, entonces pagarás vida por vida, 24ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. 26Y si alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad por razón de su ojo. 27Y si sacare el diente de su siervo, o el diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre. 28Si un buey acorneare hombre o mujer, y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no se comerá su carne; mas el dueño del buey será absuelto. 29Pero si el buey ya había acorneado en el pasado, y a su dueño se le había amonestado, y no lo había guardado, y matare hombre o mujer, el buey será apedreado, y también su dueño morirá. 30Si le fuere impuesto rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto. 31Haya acorneado hijo, o haya acorneado hija, conforme a este juicio se hará con él. 32Si el buey acorneare siervo o sierva, pagará treinta siclos de plata su señor, y el buey será apedreado. 33Y si alguno abriere hoyo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno, 34el dueño de la cisterna pagará el dinero, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo. 35Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto. 36Mas si era notorio que el buey era acorneador en tiempo pasado, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el muerto será suyo. |