Jeremías 51
Biblia Jubileo 2000
1Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo levanto sobre Babilonia, y sobre sus moradores que de corazón se levantan contra mí, un viento destruidor.

2Y enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, y vaciarán su tierra; porque serán contra ella de todas partes en el día del mal.

3Diré al flechero que entesa su arco, y al que se pone orgulloso con su loriga: No perdonéis a sus jóvenes, destruid todo su ejército.

4Y caerán muertos en la tierra de los caldeos, y alanceados en sus plazas.

5Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, el SEÑOR de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel.

6Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su alma, para que no perezcáis a causa de su iniquidad; porque el tiempo es de venganza del SEÑOR; le dará su pago.

7Vaso de oro fue Babilonia en la mano del SEÑOR, que embriaga toda la tierra; de su vino bebieron los gentiles; por tanto, enloquecerán las naciones.

8En un momento cayó Babilonia, y se quebrantó; aullad sobre ella; tomad bálsamo para su dolor, por ventura sanará.

9Curamos a Babilonia, y no ha sanado; dejadla, y vámonos cada uno a su tierra; porque ha llegado hasta el cielo su juicio, y se ha alzado hasta las nubes.

10El SEÑOR sacó a luz nuestra justicia; venid, y contemos en Sion la obra del SEÑOR nuestro Dios.

11Limpiad las saetas, embrazad los escudos; ha despertado el SEÑOR el espíritu de los reyes de Media; porque contra Babilonia es su pensamiento para destruirla; porque venganza es del SEÑOR, venganza es de su templo.

12Levantad bandera sobre los muros de Babilonia, reforzad la guardia, poned centinelas, disponed celadas; porque deliberó el SEÑOR, y aun pondrá en efecto lo que dijo sobre los moradores de Babilonia.

13La que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.

14El SEÑOR de los ejércitos juró por su vida, diciendo: Yo te llenaré de hombres como de langostas, y cantarán sobre ti canción de lagareros.

15El es el que hace la tierra con su fortaleza, el que afirma el mundo con su sabiduría, y extiende los cielos con su inteligencia;

16el que da con su voz multitud de aguas del cielo; después hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus tesoros.

17Todo hombre se ha vuelto carnal, y es sin ciencia; avergüéncese todo artífice de la escultura, porque mentira es su vaciadizo, que no tiene aliento.

18Vanidad son, obra de irrisiones; en el tiempo de su visitación perecerán.

19No es como ellos la parte de Jacob; porque él es el Formador de todo; e Israel es la vara de su heredad, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.

20Martillo me sois, oh armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré gentiles, y por medio de ti desharé reinos;

21y por medio de ti quebrantaré caballos y sus cabalgadores, y por medio de ti quebrantaré carros y los que en ellos suben;

22asimismo por medio de ti quebrantaré varones y mujeres, y por medio de ti quebrantaré viejos y mozos, y por medio de ti quebrantaré jóvenes y vírgenes;

23también quebrantaré por medio de ti al pastor y a su manada; quebrantaré por medio de ti a labradores y sus yuntas; y duques y príncipes quebrantaré por medio de ti.

24Y pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea, todo el mal de ellos que hicieron en Sion delante de vuestros ojos, dijo el SEÑOR.

25He aquí yo contra ti, oh Monte destruidor, dijo el SEÑOR, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano sobre ti, y te haré rodar de las peñas, y te tornaré monte quemado.

26Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento; porque perpetuos asolamientos serás, dijo el SEÑOR.

27Alzad bandera en la tierra, tocad shofar entre los gentiles, apercibid naciones contra ella; juntad contra ella los reinos de Ararat, de Mini, y de Askenaz; señalad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.

28Apercibid contra ella naciones; a reyes de Media, a sus capitanes, y a todos sus príncipes, y a toda la tierra de su señorío.

29Y temblará la tierra, y se afligirá; porque confirmado es contra Babilonia todo el pensamiento del SEÑOR, para poner la tierra de Babilonia en soledad, y que no haya morador.

30Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se estuvieron en sus fuertes; les faltó su fortaleza, se tornaron como mujeres; encendieron los enemigos sus casas, quebraron sus cerrojos.

31Correo se encontrará con correo, mensajero se encontrará con mensajero, para anunciar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada por todas partes;

32y los vados fueron tomados, y los carrizos fueron quemados a fuego, y se asombraron los hombres de guerra.

33Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: La hija de Babilonia es como parva; tiempo es ya de trillarla; de aquí a poco le vendrá el tiempo de la siega.

34Me comió, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia; me paró como vaso vacío; me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó.

35Sobre Babilonia la violencia contra mí y mi carne, dirá la moradora de Sion; y mi sangre sobre los moradores de Caldea, dirá Jerusalén.

36Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que quede seca su corriente.

37Y será Babilonia para montones, morada de dragones, espanto y silbo, sin morador.

38A una bramarán como leones; como cachorros de leones bramarán.

39En su calor les pondré sus banquetes; y les haré que se embriaguen, para que se alegren, y duerman eterno sueño, y no despierten, dijo el SEÑOR.

40Los haré traer como corderos al matadero, como carneros con cabros.

41¡Cómo fue presa Sesac, y fue tomada la que era alabada por toda la tierra! ¡Cómo fue Babilonia por espanto entre los gentiles!

42Subió el mar sobre Babilonia; de la multitud de sus ondas fue cubierta.

43Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra que no morará en ella nadie, ni pasará por ella hijo de hombre.

44Y visitaré al mismo Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que ha tragado; y no vendrán más a él gentiles; y el muro de Babilonia caerá.

45Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida de la ira del furor del SEÑOR.

46Y para que no desmaye vuestro corazón, y temáis a causa de la noticia que se oirá por la tierra, en un año vendrá la noticia, y después en otro año el rumor, y luego vendrá la violencia en la tierra, y el enseñoreador sobre el que enseñorea.

47Por tanto, he aquí vienen días que yo visitaré las esculturas de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de ella.

48Y los cielos y la tierra, y todo lo que está en ellos, darán alabanzas sobre Babilonia; porque del aquilón vendrán sobre ella destruidores, dijo el SEÑOR.

49Pues que Babilonia fue la causa que cayeran los muertos de Israel, también por causa de Babilonia cayeron los muertos de toda la tierra.

50Los que escapasteis de la espada, andad, no os detengáis; acordaos por muchos días del SEÑOR, y acordaos de Jerusalén.

51Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta; confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los Santuarios de la Casa del SEÑOR.

52Por tanto, he aquí vienen días, dijo el SEÑOR, que yo visitaré sus esculturas, y en toda su tierra gemirán los heridos de muerte.

53Si subiera Babilonia al cielo, y si fortaleciere en lo alto su fuerza, de mí vendrán a ella destruidores, dijo el SEÑOR.

54¡Sonido de grito de Babilonia, y quebrantamiento grande de la tierra de los caldeos!

55Porque el SEÑOR destruye a Babilonia, y quitará de ella el mucho estruendo; y bramarán sus ondas, como muchas aguas será el sonido de la voz de ellos;

56porque vino destruidor contra ella, contra Babilonia, y sus valientes fueron presos, el arco de ellos fue quebrado; porque el SEÑOR, Dios de retribuciones, dará la paga.

57Y embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes y a sus nobles y sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.

58Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: El muro ancho de Babilonia será derribado enteramente, y sus altas puertas serán quemadas a fuego; y en vano trabajarán pueblos y naciones en el fuego para salvarla, y se cansarán.

59Palabra que envió Jeremías, el profeta a Seraías hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando iba con Sedequías rey de Judá a Babilonia, el cuarto año de su reinado. Y era Seraías el principal camarero. 60Escribió, pues, Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia. 61Y dijo Jeremías a Seraías: Cuando llegares a Babilonia, y vieres y leyeres todas estas cosas, 62dirás: Oh SEÑOR, tú has dicho contra este lugar que lo habías de talar, hasta no quedar en él morador, ni hombre, ni animal, sino que para siempre ha de ser asolado. 63Y será que cuando acabares de leer este libro, le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Eufrates, 64y dirás: Así será anegada Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella; y serán rendidos. Hasta aquí son las profecías de Jeremías.

Jeremiah 50
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