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Job 5
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Reina-Valera 1909 con números de Strong
1
AHORA
pues da voces,
si habrá
quien te responda;
¿y á
cuál
de los santos
te volverás?
2
Es cierto que
al necio
la ira
lo mata,
y al codicioso
consume
la envidia.
3
Yo
he visto
al necio
que echaba raíces,
y en la misma hora
maldije
su habitación.
4
Sus hijos
estarán lejos
de la salud, y en la puerta
serán quebrantados,
y no
habrá quien los libre.
5
Su mies
comerán
los hambrientos,
y sacaránla
de
entre las espinas,
y los sedientos
beberán
su hacienda.
6
Porque
la iniquidad no
sale
del polvo,
ni
la molestia
brota
de la tierra.
7
Empero como las centellas se levantan
para volar
por
el aire
, así
el hombre
nace
para la aflicción.
8
Ciertamente
yo
buscaría
á
Dios,
y depositaría
en
él
mis
negocios:
9
El cual hace
cosas grandes
é inescrutables,
y maravillas
que no
tienen cuento:
10
Que da
la lluvia
sobre
la haz
de la tierra,
y envía
las aguas
por los campos:
11
Que pone
los humildes
en altura,
y los enlutados
son levantados
á salud:
12
Que frustra
los pensamientos
de los astutos,
para que sus manos
no
hagan
nada:
13
Que prende
á los sabios
en la astucia
de ellos, y el consejo
de los perversos
es entontecido;
14
De día
se topan
con tinieblas,
y en mitad
del día andan á tientas
como de noche:
15
Y libra
de la espada
al pobre,
de la boca
de los impíos, y de la mano
violenta;
16
Pues es
esperanza
al menesteroso,
y la iniquidad
cerrará
su boca.
17
He aquí,
bienaventurado
es el hombre
á quien Dios
castiga:
por tanto
no menosprecies
la corrección
del Todopoderoso.
18
Porque
él
es el que hace la llaga,
y él
la
vendará:
él hiere,
y sus
manos
curan.
19
En seis
tribulaciones
te librará,
y en la séptima
no
te tocará
el mal.
20
En el hambre
te redimirá
de la muerte,
y en la guerra
de las manos de la espada.
21
Del azote
de la lengua
serás encubierto;
ni temerás
de la destrucción
cuando
viniere.
22
De la destrucción
y del hambre
te reirás,
y no
temerás
de las bestias
del campo:
23
Pues
aun con
las piedras
del campo
tendrás tu concierto,
y las bestias
del campo
te serán pacíficas.
24
Y sabrás
que
hay paz
en tu tienda;
y visitarás
tu morada,
y no pecarás.
25
Asimismo echarás de ver
que
tu simiente
es mucha,
y tu prole
como la hierba
de la tierra.
26
Y vendrás
en la vejez
á la sepultura,
como el montón de trigo
que se coge
á su tiempo.
27
He aquí
lo que hemos
inquirido, lo
cual
es así:
óyelo, y juzga tú
para contigo.
Reina-Valera 1909 con números de Strong. Cortesía de Rubén Gómez. Utilizado con permiso.
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