Reina Valera Gómez 1Y respondió Job, y dijo: 2Ciertamente vosotros sois el pueblo; y con vosotros morirá la sabiduría. 3También tengo yo entendimiento como vosotros; no soy yo menos que vosotros: ¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto? 4Yo soy uno de quien su amigo se mofa, que invoca a Dios, y Él le responde; con todo, el justo y perfecto es escarnecido. 5Aquel cuyos pies van a resbalar, es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus anchas. 6Prosperan las tiendas de los ladrones, y los que provocan a Dios viven seguros; en cuyas manos Él ha puesto cuanto tienen. 7Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; y a las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán; 8o habla a la tierra, y ella te enseñará; los peces del mar también te lo declararán. 9¿Qué cosa de todas éstas no entiende que la mano de Jehová la hizo? 10En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de todo ser humano. 11¿No distingue el oído las palabras, y el paladar prueba la comida? 12En los ancianos está la sabiduría, y en la largura de días la inteligencia. 13Con Dios está la sabiduría y la fortaleza; suyo es el consejo y la inteligencia. 14He aquí, Él derriba, y no será reedificado; Encierra al hombre, y no habrá quien le abra. 15He aquí, Él detiene las aguas, y todo se seca; Las envía, y destruyen la tierra. 16Con Él está la fortaleza y la sabiduría; Suyo es el que yerra, y el que hace errar. 17Él hace andar despojados de consejo a los consejeros, y entontece a los jueces. 18Él suelta las ataduras de los reyes, y les ata un cinto a sus lomos. 19Él lleva despojados a los príncipes, y trastorna a los poderosos. 20Él priva del habla al que dice verdad, y quita a los ancianos el consejo. 21Él derrama menosprecio sobre los príncipes, y debilita la fuerza de los poderosos. 22Él descubre las profundidades de las tinieblas, y saca a luz la sombra de muerte. 23Él multiplica las naciones, y Él las destruye: Él esparce a las naciones, y las vuelve a reunir. 24Él quita el entendimiento de los jefes del pueblo de la tierra, y les hace vagar por desierto donde no hay camino: 25Van a tientas, como en tinieblas y sin luz, y los hace errar como borrachos. |