Reina Valera Gómez 1Y habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. 2Y dijo: Jehová es mi Roca, mi fortaleza y mi Libertador; 3Dios es mi Roca, en Él confiaré; mi escudo, y el cuerno de mi salvación, mi fortaleza alta y mi refugio; mi Salvador, tú me libras de violencia. 4Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado; y seré salvo de mis enemigos. 5Cuando me cercaron las ondas de la muerte, y los torrentes de iniquidad me atemorizaron, 6Me rodearon los dolores del infierno, y los lazos de la muerte, delante de mí estuvieron. 7Tuve angustia, invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; y Él oyó mi voz desde su templo; llegó mi clamor a sus oídos. 8La tierra se estremeció y tembló; los fundamentos del cielo fueron conmovidos, se estremecieron, porque se indignó Él. 9Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor, por el cual se encendieron carbones. 10Inclinó también los cielos, y descendió; y había oscuridad debajo de sus pies. 11Subió sobre el querubín, y voló; se apareció sobre las alas del viento. 12Puso pabellones de tinieblas alrededor de sí; oscuridad de aguas y densas nubes. 13Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes. 14Jehová tronó desde el cielo, y el Altísimo dio su voz; 15envió saetas, y los dispersó; lanzó relámpagos, y los consumió. 16Entonces aparecieron los cauces del mar, y los fundamentos del mundo fueron descubiertos, a la reprensión de Jehová, al resoplido del aliento de su nariz. 17Extendió su mano de lo alto, y me arrebató, y me sacó de copiosas aguas. 18Me libró de fuertes enemigos, de aquellos que me aborrecían, los cuales eran más fuertes que yo. 19Me asaltaron en el día de mi calamidad; mas Jehová fue mi sostén. 20Me sacó a anchura; me libró, porque puso su voluntad en mí. 21Jehová me recompensó conforme a mi justicia; y conforme a la limpieza de mis manos, me dio la paga. 22Porque yo guardé los caminos de Jehová; y no me aparté impíamente de mi Dios. 23Porque delante de mí han estado todos sus juicios; y no me he apartado de sus estatutos. 24Y fui íntegro para con Él, y me guardé de mi iniquidad. 25Me remuneró por tanto Jehová conforme a mi justicia, y conforme a mi limpieza delante de sus ojos. 26Con el bueno eres benigno, y con el íntegro te muestras íntegro. 27Limpio te mostrarás para con el limpio, mas con el perverso te mostrarás rígido. 28Y tú salvas al pueblo afligido; mas tus ojos están sobre los altivos, para abatirlos. 29Porque tú eres mi lámpara, oh Jehová: Jehová da luz a mis tinieblas. 30Pues por ti he desbaratado ejércitos, por mi Dios he saltado sobre muros. 31En cuanto a Dios, perfecto es su camino: Purificada es la palabra de Jehová; Escudo es a todos los que en Él esperan. 32Porque ¿quién es Dios, sino Jehová? ¿O quién es la Roca, sino nuestro Dios? 33Dios es mi fortaleza y mi poder; y Él hace perfecto mi camino; 34Él hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas; 35Él adiestra mis manos para la batalla, de manera que se doble el arco de acero con mis brazos. 36Tú me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu benignidad me ha engrandecido. 37Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, para que no titubeasen mis rodillas. 38Perseguí a mis enemigos, y los quebranté; y no me volví hasta que los acabé. 39Los consumí, y los herí, y no se levantarán; han caído debajo de mis pies. 40Pues tú me ceñiste de fuerzas para la batalla, y subyugaste debajo de mí a los que contra mí se levantaron. 41Tú me diste la cerviz de mis enemigos, los que me aborrecen, para que yo los destruyese. 42Miraron, y no hubo quien los librase; aun a Jehová, mas no les respondió. 43Yo los desmenucé como polvo de la tierra; los hollé como a lodo de las calles, y los disipé. 44Tú me has librado de las contiendas de mi pueblo: Tú me has guardado para que sea cabeza de naciones: Pueblo que yo no conocía me servirá. 45Los extraños se someterán a mí; al oír, me obedecerán. 46Los extraños desfallecerán, y temblando saldrán de sus escondrijos. 47¡Vive Jehová! y bendita sea mi roca; sea enaltecido el Dios de la roca de mi salvación: 48Es Dios quien por mí hace venganza, y quien sujeta los pueblos debajo de mí, 49y que me saca de entre mis enemigos: Tú me levantaste en alto sobre los que se levantaron contra mí; me libraste del varón de iniquidades. 50Por tanto, yo te daré gracias entre las naciones, oh Jehová, y cantaré a tu nombre. 51Él es la torre de salvación para su rey, y hace misericordia a su ungido, a David, y a su simiente, para siempre. |