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Nahúm 3
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Reina-Valera 1909 con números de Strong
1
¡AY
de la ciudad
de sangres, toda
llena de mentira
y de rapiña,
sin
apartarse
de ella
el pillaje!
2
Sonido
de látigo,
y estruendo
de movimiento de ruedas;
y caballo
atropellador,
y carro
saltador;
3
Caballero
enhiesto,
y resplandor
de espada,
y resplandor
de lanza;
y multitud
de muertos,
y multitud
de cadáveres;
y de sus cadáveres
no habrá fin,
y en sus cadáveres
tropezarán:
4
A causa de la multitud
de las fornicaciones
de la ramera
de hermosa
gala,
maestra
de brujerías,
que vende
las gentes
con sus fornicaciones,
y los pueblos
con sus hechizos.
5
Heme aquí
contra
ti, dice
Jehová
de los ejércitos,
y descubriré
tus faldas
en
tu cara,
y mostraré
á las gentes
tu desnudez,
y á los reinos
tu vergüenza.
6
Y echaré
sobre
ti suciedades,
y te afrentaré,
y te pondré
como estiércol.
7
Y será que todos
los que te vieren,
se apartarán
de
ti, y dirán:
Nínive
es asolada:
¿quién
se compadecerá de
ella? ¿dónde te
buscaré
consoladores?
8
¿Eres tú mejor
que No-amón,
que estaba asentada
entre ríos, cercada de aguas,
cuyo
baluarte
era la mar,
y
del mar
su muralla?
9
Etiopía
era su fortaleza,
y Egipto
sin
límite;
Put
y Libia
fueron
en tu ayuda.
10
También
ella fué
llevada
en cautiverio:
también
sus
chiquitos
fueron estrellados
en las encrucijadas
de todas
las calles;
y sobre
sus
varones
echaron
suertes,
y todos
sus
magnates
fueron aprisionados
con grillos.
11
Tú
también
serás embriagada,
serás
encerrada;
tú
también
buscarás
fortaleza
á causa del enemigo.
12
Todas
tus fortalezas
cual higueras
con
brevas;
que si
las sacuden,
caen
en
la boca
del que las ha de comer.
13
He aquí,
tu pueblo
será
como mujeres
en medio
de ti: las puertas
de tu tierra
se abrirán de par
en par
á tus enemigos:
fuego
consumirá
tus barras.
14
Provéete
de agua
para el cerco, fortifica tus fortalezas;
entra
en el lodo,
pisa
el barro,
fortifica el horno.
15
Allí
te consumirá
el fuego,
te talará
la espada,
te devorará
como pulgón:
multiplícate
como langosta,
multiplícate
como langosta.
16
Multiplicaste
tus mercaderes
más que las estrellas
del cielo:
el pulgón hizo presa,
y voló.
17
Tus príncipes
serán como langostas,
y tus grandes
como langostas
de langostas
que se sientan
en vallados
en día
de frío: salido
el sol
se mudan, y no
se conoce
el lugar
donde estuvieron.
18
Durmieron
tus pastores,
oh rey
de Asiria,
reposaron
tus valientes:
tu pueblo
se derramó
por
los montes,
y no
hay quien lo junte.
19
No
hay cura
para tu quebradura;
tu herida
se encrudeció:
todos
los que oyeron
tu fama,
batirán
las manos
sobre
ti, porque
¿sobre
quién
no
pasó
continuamente
tu malicia?
Reina-Valera 1909 con números de Strong. Cortesía de Rubén Gómez. Utilizado con permiso.
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