Reina Valera Gómez 1«Al Músico principal: Salmo de David» En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás: Líbrame en tu justicia. 2Inclina a mí tu oído, líbrame presto; sé tú mi Roca fuerte, mi fortaleza para salvarme. 3Porque tú eres mi Roca y mi castillo; y por amor a tu nombre me guiarás, y me encaminarás. 4Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza. 5En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. 6Aborrecí a los que esperan en vanidades ilusorias; mas yo en Jehová he esperado. 7Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias: 8Y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en lugar espacioso. 9Ten misericordia de mí, oh Jehová, que estoy en angustia; de pesar se han consumido mis ojos, mi alma, y mis entrañas. 10Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se ha debilitado mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido. 11De todos mis enemigos he sido oprobio, más de mis vecinos, y horror a mis conocidos; los que me veían fuera, huían de mí. 12He sido olvidado de su corazón como un muerto; he venido a ser como un vaso quebrado. 13Porque he oído la calumnia de muchos; miedo por todas partes, cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban quitarme la vida. 14Mas yo en ti confié, oh Jehová; yo dije: Tú eres mi Dios. 15En tu mano están mis tiempos: Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores. 16Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo: Sálvame por tu misericordia. 17No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; sean avergonzados los impíos, estén mudos en el sepulcro. 18Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras, con soberbia y menosprecio. 19¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado para los que en ti confían, delante de los hijos de los hombres! 20Los esconderás en el secreto de tu rostro de las arrogancias del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas. 21Bendito Jehová, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte. 22Y decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; mas tú oíste la voz de mis súplicas, cuando a ti clamé. 23Amad a Jehová todos vosotros sus santos: A los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que obra con soberbia. 24Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y Él fortalecerá vuestro corazón. |