Biblia Jubileo 2000 1Y Añadió Eliú, y dijo: 2Espérame un poco, y te enseñaré; porque todavía hablo por Dios. 3Tomaré mi sabiduría de lejos, y daré la justicia a mi hacedor. 4Porque de cierto no son mentira mis palabras; antes se trata contigo con perfecto conocimiento. 5He aquí que Dios es grande, y no aborrece; fuerte es en virtud de corazón. 6No dará vida al impío, antes a los humildes dará su derecho. 7No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en silla para siempre, y serán ensalzados. 8Y si estuvieren presos en grillos, y cautivos en las cuerdas de la aflicción, 9él les anunciará la obra de ellos, y que sus rebeliones prevalecieron. 10Y despierta el oído de ellos para instrucción, y les manda que se conviertan de la iniquidad. 11Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bien, y sus años en deleites. 12Mas si no oyeren, serán pasados a espada, y perecerán sin conocimiento. 13Pero los hipócritas de corazón lo irritarán más, y no clamarán cuando él los atare. 14Fallecerá el alma de ellos en su juventud, y su vida entre los prostitutos del culto pagano. 15Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oído. 16Asimismo te apartaría de la boca de la angustia a lugar espacioso, libre de todo apuro; y te asentará mesa llena de grosura. 17Mas tú has llenado el juicio del impío, contra la justicia y el juicio que lo sustentan todo. 18Por lo cual de temer es que no te quite con golpe, el cual no puedas apartar de ti con gran rescate. 19¿Por ventura estimará él tus riquezas, ni del oro, ni de todas las fuerzas de la potencia? 20No anheles la noche, en la cual él corta los pueblos de su lugar. 21Guárdate, no mires a la iniquidad; teniéndola por mejor que la pobreza. 22He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿qué enseñador semejante a él? 23¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho? 24Acuérdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres. 25La cual vieron todos los hombres; y el hombre la ve de lejos. 26He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años. 27Porque él detiene las goteras de las aguas, cuando la lluvia se derrama de su vapor; 28cuando gotean de las nubes, gotean sobre los hombres en abundancia. 29¿Si entenderá también los extendimientos de las nubes, y los bramidos de su tienda? 30He aquí que sobre él extiende su luz, y cubrió las raíces del mar. 31Con ellas juzga a los pueblos, y da comida a la multitud. 32Con las nubes encubre la luz, y les manda que vayan contra ella. 33La una da nuevas de la otra; la una adquiere ira contra la que viene. |