Reina Valera Gómez 1Permanezca el amor fraternal.
2No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
3Acordaos de los presos, como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
4Honroso es en todo el matrimonio, y el lecho sin mancilla; mas a los fornicarios y a los adúlteros juzgará Dios. 5Sean vuestras costumbres sin avaricia; contentos con lo que tenéis; porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé. 6De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; y: No temeré lo que me pueda hacer el hombre. 7Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios, y seguid el ejemplo de su fe, considerando cuál haya sido el éxito de su conducta. 8Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por siempre. 9No seáis llevados de acá para allá por doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado en ellas. 10Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo. 11Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento. 12Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo con su propia sangre, padeció fuera de la puerta. 13Salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando su vituperio. 14Porque no tenemos aquí ciudad permanente, mas buscamos la por venir. 15Así que, por medio de Él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de nuestros labios dando gracias a su nombre. 16Y de hacer bien y de la comunicación no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. 17Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es provechoso. 18Orad por nosotros; porque confiamos que tenemos buena conciencia; deseando conducirnos en todo con honestidad. 19Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea restituido más pronto. 20Y el Dios de paz que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21os haga perfectos para toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea gloria para siempre jamás. Amén. 22Y os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación; pues os he escrito brevemente. 23Sabed que nuestro hermano Timoteo ha sido puesto en libertad; con el cual, si viniere pronto, iré a veros. 24Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan. 25La gracia sea con todos vosotros. Amén. Escrita de Italia, traída por Timoteo. |