Capítulos Paralelos 1Reuniendo a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades. | 1Reuniendo Jesús a los doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades. | 1Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. |
2Y los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. | 2Los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. | 2Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. |
3Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni tengáis dos túnicas cada uno. | 3Y les dijo: "No tomen nada para el camino, ni bordón, ni alforja (bolsa), ni pan, ni dinero; ni tengan dos túnicas cada uno. | 3Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas cada uno. |
4En cualquier casa donde entréis, quedaos allí, y sea de allí vuestra salida. | 4"En cualquier casa donde entren, quédense allí, y sea de allí su salida. | 4Y en cualquier casa en que entrareis, quedad allí, y de allí salid. |
5Y en cuanto a los que no os reciban, al salir de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. | 5"En cuanto a los que no los reciban, al salir de esa ciudad, sacudan el polvo de sus pies en testimonio contra ellos." | 5Y si algunos no os recibieren, saliendo de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos. |
6Entonces salieron, e iban por las aldeas anunciando el evangelio y sanando por todas partes. | 6Entonces salieron, e iban por las aldeas anunciando el evangelio y sanando por todas partes. | 6Y saliendo, recorrían todas las aldeas, predicando el evangelio, y sanando por todas partes. |
7Herodes el tetrarca se enteró de todo lo que estaba pasando, y estaba muy perplejo, porque algunos decían que Juan había resucitado de entre los muertos, | 7Herodes (Antipas) el tetrarca (de Galilea) se enteró de todo lo que estaba pasando, y estaba muy perplejo, porque algunos decían que Juan había resucitado de entre los muertos, | 7Y oyó Herodes el tetrarca todas las cosas que Él hacía; y estaba perplejo, porque algunos decían: Juan ha resucitado de los muertos; |
8otros, que Elías había aparecido, y otros, que algún profeta de los antiguos había resucitado. | 8otros, que Elías había aparecido, y otros, que algún profeta de los antiguos había resucitado. | 8y otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado. |
9Entonces Herodes dijo: A Juan yo lo hice decapitar; ¿quién es, entonces, éste de quien oigo tales cosas? Y procuraba verle. | 9Entonces Herodes (Antipas) dijo: "A Juan yo lo hice decapitar; ¿quién es, entonces, Este de quien oigo tales cosas?" Y procuraba ver a Jesús. | 9Y dijo Herodes: A Juan yo decapité; ¿quién, pues, será Éste, de quien yo oigo tales cosas? Y procuraba verle. |
10Y cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y El, tomándolos consigo, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida. | 10Cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y tomándolos con El, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida. | 10Y cuando los apóstoles regresaron, le contaron todas las cosas que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte a un lugar desierto de la ciudad que se llama Betsaida. |
11Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados. | 11Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, Lo siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados. | 11Y cuando la gente lo supo, le siguieron; y Él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados. |
12El día comenzaba a declinar, y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que vayan a las aldeas y campos de los alrededores, y hallen alojamiento y consigan alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto. | 12El día comenzaba a declinar, y acercándose los doce, Le dijeron: "Despide a la multitud, para que vayan a las aldeas y campos de los alrededores, y hallen alojamiento y consigan alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto." | 12Y cuando comenzó a declinar el día; llegan los doce, y le dicen: Despide la multitud, para que vayan a las aldeas, y campos de alrededor, y se alojen y hallen alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto. |
13Pero El les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente. | 13"Denles ustedes de comer," les dijo Jesús. Y ellos dijeron: "No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente." | 13Y Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar alimentos para toda esta multitud. |
14(Porque había como cinco mil hombres.) Y Jesús dijo a sus discípulos: Haced que se recuesten en grupos como de cincuenta cada uno. | 14Porque había como 5,000 hombres. Y Jesús dijo a Sus discípulos: "Hagan que se recuesten en grupos como de cincuenta cada uno." | 14Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta. |
15Así lo hicieron, haciendo recostar a todos. | 15Así lo hicieron, haciendo recostar a todos. | 15Y así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos. |
16Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los sirvieran a la gente. | 16Tomando El los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, los bendijo, los partió y los iba dando a los discípulos para que los sirvieran a la gente. | 16Y tomando los cinco panes y los dos pescados, mirando al cielo los bendijo, y partió, y dio a sus discípulos para que pusiesen delante de la multitud. |
17Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas llenas . | 17Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas llenas . | 17Y comieron todos, y se saciaron; y alzaron lo que les sobró, doce canastos de pedazos. |
18Y mientras Jesús oraba a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó, diciendo: ¿Quién dicen las multitudes que soy yo? | 18Estando Jesús orando a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó: "¿Quién dicen las multitudes que soy Yo?" | 18Y aconteció que estando Él aparte orando, estaban con Él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo? |
19Entonces ellos respondieron, y dijeron: Unos, Juan el Bautista, otros, Elías, y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado. | 19Entonces ellos respondieron: "Unos, Juan el Bautista, otros, Elías, y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado." | 19Y ellos respondiendo, dijeron: Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado. |
20Y El les dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Y Pedro respondiendo, dijo: El Cristo de Dios. | 20"Y ustedes ¿quién dicen que soy Yo?" les preguntó. Y Pedro le respondió: "El Cristo (El Mesías) de Dios." | 20Y les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy yo? Entonces respondiendo Simón Pedro, dijo: El Cristo de Dios. |
21Pero El, advirtiéndoles severamente, les mandó que no dijeran esto a nadie, | 21Pero Jesús, advirtiéndoles severamente, les mandó que no dijeran esto a nadie, | 21Mas Él, amonestándoles, les mandó que a nadie dijesen esto, |
22diciendo: El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. | 22y les dijo: "El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día." | 22diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea rechazado por los ancianos, y por los príncipes de los sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. |
23Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. | 23Y a todos les decía: "Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. | 23Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame. |
24Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará. | 24"Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de Mí, ése la salvará. | 24Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. |
25Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde? | 25"Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde? | 25Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y se pierde a sí mismo, o se destruye? |
26Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y la del Padre, y la de los santos ángeles. | 26"Porque el que se avergüence de Mí y de Mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en Su gloria, y la del Padre, y la de los santos ángeles. | 26Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando viniere en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles. |
27Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios. | 27"Pero en verdad les digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios." | 27Y os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean el reino de Dios. |
28Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. | 28Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó con El a Pedro, a Juan y a Jacobo (Santiago), y subió al monte a orar. | 28Y aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro y a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. |
29Mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su ropa se hizo blanca y resplandeciente. | 29Mientras oraba, la apariencia de Su rostro se hizo otra, y Su ropa se hizo blanca y resplandeciente. | 29Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestidura blanca y resplandeciente. |
30Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías, | 30Y de repente dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías, | 30Y he aquí dos varones que hablaban con Él, los cuales eran Moisés y Elías; |
31quienes apareciendo en gloria, hablaban de la partida de Jesús, que El estaba a punto de cumplir en Jerusalén. | 31quienes apareciendo en gloria, hablaban de la partida de Jesús que El estaba a punto de cumplir en Jerusalén. | 31que aparecieron con gloria, y hablaban de su partida, la cual Él había de cumplir en Jerusalén. |
32Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El. | 32Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El. | 32Y Pedro y los que estaban con Él, estaban cargados de sueño; y despertando, vieron su gloria, y a los dos varones que estaban con Él. |
33Y sucedió que al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías; no sabiendo lo que decía. | 33Y al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: "Maestro, es bueno quedarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías." Pero Pedro no sabía lo que decía. | 33Y aconteció que apartándose ellos de Él, Pedro dice a Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí, y hagamos tres tabernáculos, uno para ti, y uno para Moisés, y uno para Elías; no sabiendo lo que decía. |
34Entonces, mientras él decía esto, se formó una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. | 34Entonces, mientras él decía esto, se formó una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. | 34Y diciendo él esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. |
35Y una voz salió de la nube, que decía: Este es mi Hijo, mi Escogido; a El oíd. | 35Y una voz salió de la nube, que decía: "Este es Mi Hijo, Mi Escogido; oigan a El." | 35Y vino una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado; a Él oíd. |
36Después que la voz se oyó, Jesús fue hallado solo. Ellos se lo callaron, y por aquellos días no contaron a nadie nada de lo que habían visto. | 36Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Ellos mantuvieron esto en secreto; por aquellos días no contaron nada de lo que habían visto. | 36Y pasada aquella voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron; y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto. |
37Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud le salió al encuentro. | 37Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud Le salió al encuentro. | 37Y aconteció que al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro. |
38Y he aquí, un hombre de la multitud gritó, diciendo: Maestro, te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo, | 38En ese momento un hombre de la multitud gritó: "Maestro, Te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo, | 38Y he aquí, un hombre de la multitud clamó, diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo; porque es mi único hijo; |
39y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y el espíritu le hace caer con convulsiones, echando espumarajos; y magullándole, a duras penas se aparta de él. | 39y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y el espíritu hace que caiga con convulsiones, echando espumarajos; y cuando lo estropea, a duras penas se aparta de él. | 39y he aquí un espíritu le toma, y de repente da gritos; y le sacude y le hace echar espuma, e hiriéndole difícilmente se aparta de él. |
40Entonces rogué a tus discípulos que lo echaran fuera, y no pudieron. | 40"Entonces rogué a Tus discípulos que echaran fuera ese espíritu, y no pudieron." | 40Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. |
41Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros y os he de soportar? Trae acá a tu hijo. | 41Jesús les respondió: "¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con ustedes y he de soportarlos? Trae acá a tu hijo." | 41Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá tu hijo. |
42Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre. | 42Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre. | 42Y cuando aun se iba acercando, el demonio le derribó y le sacudió violentamente; mas Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y lo devolvió a su padre. |
43Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: | 43Y todos estaban admirados de la grandeza (majestad) de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a Sus discípulos: | 43Y todos estaban maravillados de la grandeza de Dios. Y admirándose todos de todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: |
44Haced que estas palabras penetren en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres. | 44"Hagan que estas palabras penetren en sus oídos, porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres." | 44Dejad que estas palabras penetren en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. |
45Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntarle acerca de ellas. | 45Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntar a Jesús acerca de ellas. | 45Mas ellos no entendían esta palabra, y les era encubierta para que no la entendiesen; y temían preguntarle de esta palabra. |
46Y se suscitó una discusión entre ellos, sobre quién de ellos sería el mayor. | 46Y comenzó una discusión entre ellos, sobre quién de ellos sería el mayor. | 46Entonces entraron en disputa, de cuál de ellos sería el mayor. |
47Entonces Jesús, sabiendo lo que pensaban en sus corazones, tomó a un niño y lo puso a su lado, | 47Entonces Jesús, sabiendo lo que pensaban en sus corazones, tomó a un niño y lo puso a Su lado. | 47Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó a un niño, y lo puso junto a sí, |
48y les dijo: El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es grande. | 48"El que reciba a este niño en Mi nombre," les dijo, "Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, recibe a Aquél que Me envió; porque el que es más pequeño (humilde) entre todos ustedes, ése es grande." | 48y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mí nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése será el más grande. |
49Y respondiendo Juan, dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con nosotros. | 49Y Juan respondió: "Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con nosotros." | 49Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. |
50Pero Jesús le dijo: No se lo impidáis; porque el que no está contra vosotros, está con vosotros. | 50Pero Jesús le dijo: "No se lo impidan; porque el que no está contra ustedes, está con ustedes." | 50Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. |
51Y sucedió que cuando se cumplían los días de su ascensión, El, con determinación, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. | 51Sucedió que cuando se cumplían los días de Su ascensión, Jesús, con determinación, afirmó Su rostro para ir a Jerusalén. | 51Y aconteció, que cumpliéndose el tiempo en que había de ser recibido arriba, Él afirmó su rostro para ir a Jerusalén. |
52Y envió mensajeros delante de El; y ellos fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. | 52Y envió mensajeros delante de El; y ellos fueron y entraron en una aldea de los Samaritanos para hacer los preparativos para El. | 52Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una aldea de samaritanos, para preparar para Él. |
53Pero no le recibieron, porque sabían que había determinado ir a Jerusalén. | 53Pero no Lo recibieron, porque sabían que había determinado ir a Jerusalén. | 53Pero no le recibieron, porque su apariencia era como de ir a Jerusalén. |
54Al ver esto, sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma? | 54Al ver esto, Sus discípulos Jacobo (Santiago) y Juan, dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma?" | 54Y viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, así como hizo Elías? |
55Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois, | 55Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo: "Ustedes no saben de qué espíritu son, | 55Entonces volviéndose Él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; |
56porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. | 56porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas." Y se fueron a otra aldea. | 56porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. |
57Y mientras ellos iban por el camino, uno le dijo: Te seguiré adondequiera que vayas. | 57Mientras ellos iban por el camino, uno Le dijo: "Te seguiré adondequiera que vayas." | 57Y aconteció que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré a dondequiera que vayas. |
58Y Jesús le dijo: Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. | 58"Las zorras tienen madrigueras (cuevas) y las aves del cielo nidos," le dijo Jesús, "pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza." | 58Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza. |
59A otro dijo: Sígueme. Pero él dijo: Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre. | 59A otro le dijo: "Ven tras Mí." Pero él contestó: "Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre." | 59Y dijo a otro: Sígueme. Y él dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. |
60Mas El le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios. | 60"Deja que los muertos entierren a sus muertos," le respondió Jesús; "pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios." | 60Y Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú, ve, y predica el reino de Dios. |
61También otro dijo: Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casa. | 61También otro dijo: "Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casa." | 61Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; mas déjame que me despida primero de los que están en mi casa. |
62Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios. | 62Pero Jesús le dijo: "Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios." | 62Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado y mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. |
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