Salmos 5:1-3
Escucha mis palabras, oh SEÑOR; considera mi lamento.…

David prays, and professes his study in prayer

Salmos 5:4-6
Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el mal no mora contigo.…

God favours not the wicked

Salmos 5:7-9
Mas yo, por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; me postraré en tu santo templo con reverencia.…

David, professing his faith, prays to God to guide him

Salmos 5:10
Tenlos por culpables, oh Dios; ¡que caigan por sus mismas intrigas! Echalos fuera por la multitud de sus transgresiones, porque se rebelan contra ti.

to destroy his enemies

Salmos 5:11,12
Pero alégrense todos los que en ti se refugian; para siempre canten con júbilo, porque tú los proteges; regocíjense en ti los que aman tu nombre.…

and to preserve the godly

Give

Salmos 17:1
Oye, oh SEÑOR, una causa justa; atiende a mi clamor; presta oído a mi oración, que no es de labios engañosos.

Salmos 54:2
Escucha mi oración, oh Dios, presta oído a las palabras de mi boca.

Salmos 55:1,2
Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.…

Salmos 64:1
Escucha mi voz, oh Dios, en mi queja; guarda mi vida del terror del enemigo.

Salmos 80:1
Presta oído, oh Pastor de Israel; tú que guías a José como un rebaño; tú que estás sentado más alto que los querubines; ¡resplandece!

Salmos 86:1
Inclina, oh SEÑOR, tu oído y respóndeme, porque estoy afligido y necesitado.

1 Pedro 3:12
PORQUE LOS OJOS DEL SEÑOR ESTAN SOBRE LOS JUSTOS, Y SUS OIDOS ATENTOS A SUS ORACIONES; PERO EL ROSTRO DEL SEÑOR ESTA CONTRA LOS QUE HACEN EL MAL.

1 Juan 5:14,15
Y esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye.…

consider my

Salmos 19:14
Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, roca mía y redentor mío.

1 Samuel 1:13,16
Pero Ana hablaba en su corazón, sólo sus labios se movían y su voz no se oía. Elí, pues, pensó que estaba ebria.…

Romanos 8:26
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles;