Reina Valera Gómez 1Y aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño: Le parecía que estaba junto al río;
2y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado:
3Y que otras siete vacas subían tras ellas del río, de feo aspecto, y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río:
4Y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón.
5Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas subían de una sola caña:
6Y que otras siete espigas delgadas y abatidas del viento solano, salían después de ellas:
7Y las siete espigas delgadas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño.
8Y aconteció que a la mañana estaba agitado su espíritu; y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios: y les contó Faraón sus sueños, pero no había quien los declarase a Faraón. 9Entonces el principal de los coperos habló a Faraón, diciendo: Me acuerdo hoy de mis faltas: 10Faraón se enojó contra sus siervos, y a mí me echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia, a mí y al principal de los panaderos: 11Y él y yo vimos un sueño una misma noche; cada uno soñó conforme a la interpretación de su sueño. 12Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, sirviente del capitán de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, a cada uno conforme a su sueño, él interpretó. 13Y aconteció que como él nos lo interpretó, así sucedió: a mí me hizo volver a mi puesto, e hizo colgar al otro. 14Entonces Faraón envió y llamó a José, y le sacaron aprisa de la cárcel; y se cortó el pelo y cambió su vestidura, y vino a Faraón. 15Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. 16Y respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz a Faraón. 17Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; 18y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado. 19Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy fea traza; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad: 20Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gruesas: 21Y entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiese entrado en ellas, porque su parecer era aún malo, como de primero. Y yo desperté. 22Y vi también en mi sueño, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas; 23y que otras siete espigas delgadas, marchitas, abatidas del viento solano, subían después de ellas: 24Y las espigas delgadas devoraban a las siete espigas hermosas: y lo he contado a los magos, mas no hay quien me lo interprete. 25Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. 26Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. 27También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas delgadas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre. 28Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. 29He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto: 30Y se levantarán tras ellos siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto; y el hambre consumirá la tierra. 31Y aquella abundancia no se echará de ver a causa del hambre siguiente, la cual será gravísima. 32Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. 33Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto. 34Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y recaude la quinta parte de la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia; 35Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y alleguen el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. 36Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años del hambre que serán en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre. 37Y la idea pareció bien a Faraón, y a sus siervos. 38Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como éste, en quien esté el Espíritu de Dios? 39Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. 40Tú serás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo: solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41Dijo más Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. 42Entonces Faraón quitó el anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y le hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; 43Y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: Doblad la rodilla: y le puso sobre toda la tierra de Egipto. 44Y dijo Faraón a José: Yo Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. 45Y llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-paanea; y le dio por esposa a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto. 46Y era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón, rey de Egipto: y salió José de delante de Faraón, y transitó por toda la tierra de Egipto. 47Y en aquellos siete años de abundancia, la tierra produjo a montones. 48Y él reunió todo el alimento de los siete años que fueron en la tierra de Egipto, y guardó el alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. 49Y acopió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta que dejó de contar, porque no tenía número. 50Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. 51Y llamó José el nombre del primogénito Manasés; porque Dios (dijo él) me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. 52Y el nombre del segundo lo llamó Efraín; porque Dios (dijo él) me hizo fértil en la tierra de mi aflicción. 53Y se cumplieron los siete años de la abundancia, que hubo en la tierra de Egipto. 54Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho: y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan. 55Y cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere. 56Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto. 57Y toda la tierra venía a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre. |