Salmos 56
Reina Valera Gómez
1«Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat» Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día.

2Me devorarían cada día mis enemigos; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.

3En el día que temo, yo en ti confío.

4En Dios alabaré su palabra: En Dios he confiado, no temeré lo que me pueda hacer el hombre.

5Todos los días pervierten mis palabras; contra mí son todos sus pensamientos para mal.

6Se reúnen, se esconden, miran atentamente mis pasos, acechan mi vida.

7¿Escaparán ellos con su iniquidad? Oh Dios, derriba en tu furor los pueblos.

8Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma: ¿No están ellas en tu libro?

9Serán luego vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare; en esto conozco que Dios es por mí.

10En Dios alabaré su palabra; en Jehová alabaré su palabra.

11En Dios he confiado: No temeré lo que me pueda hacer el hombre.

12Sobre mí, oh Dios, están tus votos; te tributaré alabanzas.

13Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.

Psalm 55
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