Reina Valera Gómez 1«Al Músico principal: Salmo de David» Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; guárdame de hombres violentos; 2los cuales maquinan males en su corazón, cada día urden contiendas. 3Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah) 4Guárdame, oh Jehová, de manos del impío, presérvame de los hombres violentos; que han pensado trastornar mis pasos. 5Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red junto a la senda; me han puesto lazos. (Selah) 6He dicho a Jehová: Dios mío eres tú; escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos. 7Jehová Señor, la fortaleza de mi salvación, tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de la batalla. 8No des, oh Jehová, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, no sea que se ensoberbezca. (Selah) 9En cuanto a los que por todas partes me rodean, la maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza. 10Caigan sobre ellos carbones encendidos; sean arrojados en el fuego, en abismos profundos de donde no puedan salir. 11El hombre deslenguado no será firme en la tierra; el mal cazará al hombre injusto para derribarle. 12Yo sé que Jehová amparará la causa del afligido, y el derecho de los menesterosos. 13Ciertamente los justos alabarán tu nombre; los rectos morarán en tu presencia. |