Biblia Jubileo 2000 1Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto. 2Porque he aquí que braman tus enemigos; y tus aborrecedores han alzado cabeza. 3Sobre tu pueblo han consultado con prudencia, y han entrado en consejo contra tus escondidos. 4Han dicho: Venid, y cortémoslos de ser pueblo, y no haya más memoria del nombre de Israel. 5Por esto han conspirado de corazón a una, contra ti han hecho liga; 6las tiendas de los idumeos y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; 7Gebal, Amón, y Amalec; Filistea con los habitantes de Tiro. 8También el assur se ha juntado con ellos; Son por brazo a los hijos de Lot. (Selah.) 9Hazles como a Madián; Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón; 10que perecieron en Endor, fueron hechos muladar de la tierra. 11Pon a ellos y a sus capitanes como a Oreb y como a Zeeb; como a Zeba y como a Zalmuna, a todos sus príncipes; 12que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios. 13Dios mío, ponlos como a torbellino; como a hojarascas delante del viento. 14Como fuego que quema el monte, como llama que abrasa el bosque. 15Persíguelos así con tu tempestad, y asombralos con tu torbellino. 16Llena sus rostros de vergüenza; y busquen tu Nombre, oh SEÑOR. 17Sean afrentados y turbados para siempre; y sean deshonrados, y perezcan. 18Y conozcan que tu nombre es el SEÑOR; tú solo Altísimo sobre toda la tierra. |