Reina Valera Gómez 1El anciano al muy amado Gayo, a quien yo amo en la verdad. 2Amado, mi oración es que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad que está en ti, y de cómo tú andas en la verdad. 4No tengo mayor gozo que el oír que mis hijos andan en la verdad. 5Amado, fielmente haces todo lo que haces para con los hermanos, y con los extranjeros, 6los cuales han dado testimonio de tu amor en presencia de la iglesia; a los cuales si encaminares en su jornada como es digno según Dios, harás bien. 7Porque ellos partieron por amor a su nombre, no tomando nada de los gentiles. 8Nosotros, pues, debemos recibir a los tales, para que seamos cooperadores con la verdad. 9Yo he escrito a la iglesia; mas Diótrefes, que ama tener la preeminencia entre ellos, no nos recibe. 10Por esta causa, si yo viniere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras maliciosas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se los impide, y los expulsa de la iglesia. 11Amado, no sigas lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; mas el que hace lo malo, no ha visto a Dios. 12Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la misma verdad; y también nosotros damos testimonio; y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero. 13Yo tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma, 14porque espero verte en breve, y hablaremos cara a cara. La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos por nombre. |