Y el SEÑOR hirió al pueblo por lo que hicieron con el becerro que Aarón había hecho. 32:30-35 Moisés lo llama un gran pecado. El trabajo de los ministros es mostrar a la gente la grandeza de sus pecados. El gran mal del pecado aparece en el precio del perdón. Moisés le ruega a Dios por la misericordia; Él no vino a poner excusas, pero para hacer expiación. No hemos de suponer que Moisés significa que él estaría dispuesto a perecer para siempre, por el amor de la gente. Debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y no más que nosotros mismos. Pero tener esa mente que estaba en Cristo, él estaba dispuesto a dar su vida de la manera más dolorosa, si de ese modo pudiera preservar la gente. Moisés no podía apartar totalmente la ira de Dios; lo que demuestra que la ley de Moisés no fue capaz de reconciliar a los hombres con Dios, y para perfeccionar nuestra paz con él. Sólo en Cristo, Dios perdona el pecado para que recuerde que no más. A partir de esta historia vemos que no, corazón carnal unhumbled, puede durar mucho los santos preceptos, las verdades humillantes, y el culto espiritual de Dios. Sin embargo, un dios, un sacerdote, un culto, una doctrina y un sacrificio, adecuado a la intención de la carne, que nunca se cumplen con abundancia de adoradores. El evangelio mismo puede ser tan perverso como para satisfacer el gusto mundano. Bueno es para nosotros, que el Profeta como Moisés, pero que no tiene comparación más poderoso y misericordioso, ha hecho expiación por nuestras almas, y ahora intercede en nuestro favor. Alegrémonos en su gracia.Éxodo 32 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés Enlaces Éxodo 32:35 Interlineal • Éxodo 32:35 Plurilingüe • Éxodo 32:35 Español • Exode 32:35 Francés • 2 Mose 32:35 Alemán • Éxodo 32:35 Chino • Exodus 32:35 Inglés • Bible Apps • Bible HubLas citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso. |