Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al templo. 3:1-11 Los apóstoles y los primeros creyentes asistieron a la adoración en el templo, a las horas de oración. Pedro y Juan parecen haber sido llevado por un sentido divino, a obrar un milagro en un hombre de más de cuarenta años, que había sido cojo desde su nacimiento. Pedro, en el nombre de Jesús de Nazaret, le ordenó que levántate y anda. Por lo tanto, si queremos intentar buen propósito de la curación de las almas de los hombres, tenemos que ir adelante en el nombre y poder de Jesucristo, pidiendo a los pecadores desvalidos a levantarse y andar en el camino de santidad, por la fe en él. Cuán dulce el pensamiento de nuestras almas, que, con respecto a todas las facultades lisiados de nuestra naturaleza caída, el nombre de Jesucristo de Nazaret, nos puede hacer todo! ¡Con qué gozo santo y el éxtasis se nos pise los tribunales santos, cuando Dios el Espíritu nos hace entrar en él por su fuerza!Hechos 3 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés Enlaces Hechos 3:2 Interlineal • Hechos 3:2 Plurilingüe • Hechos 3:2 Español • Actes 3:2 Francés • Apostelgeschichte 3:2 Alemán • Hechos 3:2 Chino • Acts 3:2 Inglés • Bible Apps • Bible HubLas citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso. |