Reina Valera Gómez 1Pero el Espíritu dice expresamente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
2que con hipocresía hablarán mentiras; teniendo cauterizada su conciencia;
3prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes que han conocido la verdad.
4Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias;
5porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. 6Si esto propusieres a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado. 7Mas desecha las fábulas profanas y de viejas, y ejercítate para la piedad; 8porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de la vida presente y de la venidera. 9Palabra fiel es ésta, y digna de ser recibida por todos. 10Que por esto también trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, el cual es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. 11Esto manda y enseña. 12Ninguno tenga en poco tu juventud; sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en pureza. 13Entre tanto que vengo, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 14No descuides el don que está en ti, que te fue dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15Medita en estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. |