Biblia Jubileo 2000 1Canción de canciones, la cual es de Salomón. 2¡Oh!, ¡si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. 3Por el olor de tus suaves ungüentos (Ungüento derramado es tu nombre), por eso las doncellas te amaron. 4Atráeme en pos de ti, correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; nos gozaremos y alegraremos en ti; acordarémonos de tus amores más que del vino. Los rectos te aman. 5Morena soy, oh hijas de Jerusalén, mas codiciable; como las cabañas de Cedar, como las tiendas de Salomón. 6No miréis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, me hicieron guarda de viñas; y mi viña, que era mía, no guardé. 7Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al mediodía; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros? 8Si tú no lo sabes, ¡oh hermosa entre las mujeres!, sal, yéndote por las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores. 9A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amiga mía. 10Hermosas son tus mejillas entre los zarcillos, tu cuello entre los collares. 11Zarcillos de oro te haremos, con clavos de plata. 12Mientras que el rey estaba en su reclinatorio, mi nardo dio su olor. 13Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos. 14Racimo de alcanfor {Heb. rescate} en las viñas de Engadi es para mí mi amado. 15He aquí que tú eres hermosa, oh compañera mía; he aquí que eres hermosa; tus ojos de paloma. 16He aquí que tú eres hermoso, oh amado mío, y suave; nuestro lecho también florido. 17Las vigas de nuestras casas son de cedro, y de hayas los artesonados. |