Salmos 101:3
No pondré cosa indigna delante de mis ojos; aborrezco la obra de los que se desvían; no se aferrará a mí.
101:1-8 La promesa de David y de la profesión de piedad. - En este salmo tenemos David declarar cómo pretende regular su casa, y para gobernar su reino, para que pudiera detener la maldad, y fomentar la piedad. También es aplicable a las familias privadas, y es el salmo de la cabeza de familia. Se enseña a todos los que tienen algún poder, ya sea más o menos, para utilizarlo con el fin de ser un terror para los malhechores, y para alabanza de los que hacen bien. El tema elegido del salmo es la misericordia y el juicio de Dios. Providencias del Señor en relación con su pueblo se mezclan comúnmente; la misericordia y el juicio. Dios ha puesto el uno enfrente del otro, tanto para hacer el bien, como las lluvias y el sol. Cuando, en su providencia, nos ejercita con la mezcla de la misericordia y el juicio, tenemos que hacer los reconocimientos adecuados a él para ambos. Misericordias familiares y aflicciones de la familia son dos llamadas a la religión de la familia. Los que están en las estaciones públicas no están por tanto excusados ​​de la atención en el gobierno de sus familias; ellos son el más preocupado de dar un buen ejemplo de gobernar bien su propia casa. Cada vez que un hombre tiene una casa de su propiedad, que lo tratará de tener a Dios a morar con él; y los que pueden esperar de su presencia, los que andan con un corazón perfecto, a la perfección. David tiene por practicar ningún mal a sí mismo. Se resuelve además no guardar malos servidores, ni de emplear los que le rodean que son malvados. Él no admitirlos en su familia, para que no le transmiten la infección del pecado. Corazón perverso, que se deleita en forma cruzada y perversa, no es apto para la sociedad, el vínculo de la que es el amor cristiano. Tampoco se le toleraría calumniadores, los que se complacen en herir la reputación de su vecino. Además, Dios resiste a los soberbios, los engañosos y falsos escrúpulos, que no decir mentiras, o cometer fraudes. Cada uno esté celoso y diligente para reformar su propio corazón y caminos, y que lo hacen tan temprano; siempre conscientes de que el futuro, más horrible de la mañana, cuando el Rey de justicia deberá cortar todos los hacedores malos de la Jerusalén celestial.

Salmos 101 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso.
Salmos 101:2
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