Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano. 8:5-13 Este centurión era un pagano, un soldado romano. Aunque él era un soldado, sin embargo, era un hombre de Dios. El llamado de ningún hombre o el lugar será una excusa para la incredulidad y el pecado. Ver cómo se establece el caso de su siervo. Debemos preocuparnos por las almas de nuestros hijos y sirvientes, que están espiritualmente enfermos, que se sienten males no espirituales, que no saben lo que es espiritualmente bueno; y debemos traerlos a Cristo por la fe y la oración. Observe su anonadamiento. Almas humildes se hacen más humildes por los tratos misericordiosos de Cristo con ellos. Observe su gran fe. El más tímido que somos de nosotros mismos, más fuerte será nuestra confianza en Cristo. En esto el centurión le posee a tener el poder divino, y el pleno dominio de todas las criaturas y los poderes de la naturaleza, como un amo sobre sus siervos. Tales siervos que todos deben ser a Dios; tenemos que ir y venir, de acuerdo con las instrucciones de su palabra y de las disposiciones de su providencia. Pero, cuando el Hijo del hombre venga él encuentra poca fe, por lo tanto, se encuentra con poco fruto. Una profesión externa puede causar que seamos llamados hijos del reino; pero si descansar en eso, y no tienen nada más que demostrar, que serán echados. El siervo tiene una cura de su enfermedad, y el maestro tiene la aprobación de su fe. Lo que se le dijo, se dice que todos, creo, y se os dará; cree solamente. Véase el poder de Cristo, y el poder de la fe. La curación de nuestra alma es a la vez el efecto y la prueba de nuestro interés por la sangre de Cristo.Mateo 8 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés Enlaces Mateo 8:8 Interlineal • Mateo 8:8 Plurilingüe • Mateo 8:8 Español • Matthieu 8:8 Francés • Matthaeus 8:8 Alemán • Mateo 8:8 Chino • Matthew 8:8 Inglés • Bible Apps • Bible HubLas citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso. |