Por tanto me desesperé en gran manera por todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol. 2:18-26 Nuestros corazones están muy poco dispuestos a renunciar a sus expectativas de grandes cosas de la criatura; pero Salomón vino a este largo y tendido. El mundo es un valle de lágrimas, incluso para aquellos que tienen gran parte de ella. Vea lo tontos que son, que se dieron a ganapanes al mundo, que ofrece nada servirá al hombre mejor que la subsistencia para el cuerpo. Y el máximo que puede alcanzar a este respecto es permitir a sí mismo, el uso alegre sobrio de los mismos, de acuerdo a su rango y condición. Pero hay que disfrutar de la buena en nuestro trabajo; debemos usar esas cosas para hacernos diligentes y alegre en los negocios mundanos. Y este es el regalo de Dios. Las riquezas son una bendición o una maldición para el hombre, de acuerdo con lo que tiene, o no tiene, un corazón para hacer un buen uso de ellos. Para aquellos que son aceptados de Jehová, que da alegría y satisfacción en el conocimiento y amor de él. Pero al pecador le asigna el trabajo, la tristeza, la vanidad y aflicción, en la búsqueda de una parte mundana, que aún después entra en mejores manos. Que el pecador considere seriamente su vejez. Para buscar una parte duradera en el amor de Cristo y las bendiciones que otorga, es la única manera de disfrutar la verdadera y satisfactoria, incluso de este mundo presente.Eclesiastés 2 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés Enlaces Eclesiastés 2:20 Interlineal • Eclesiastés 2:20 Plurilingüe • Eclesiastés 2:20 Español • Ecclésiaste 2:20 Francés • Prediger 2:20 Alemán • Eclesiastés 2:20 Chino • Ecclesiastes 2:20 Inglés • Bible Apps • Bible HubLas citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso. |