Daniel 4:28
Todo esto le sucedió al rey Nabucodonosor.
4:28-37 El orgullo y la vanidad son pecados que acosan a los grandes hombres. Ellos tienden a tener esa gloria para sí mismos, que es debido a que sólo Dios. Mientras que la palabra orgullo estaba en la boca del rey, la poderosa palabra venía de Dios. Su inteligencia y su memoria se habían ido, y todas las potencias del alma racional se rompieron. Cuán cuidadosos debemos ser, no para hacer cualquier cosa que pueda provocar a Dios a sacarnos de nuestros sentidos! Dios resiste a los soberbios. Nabucodonosor sería más que un hombre, sino a Dios con justicia lo hace menos que un hombre. Podemos aprender a creer acerca de Dios, que el Dios Altísimo vive para siempre, y que su reino es como él, eterno y universal. Su poder no puede ser resistido. Cuando los hombres son llevados a honrar a Dios, por la confesión de los pecados y reconociendo su soberanía, entonces, y sólo entonces, pueden esperar que Dios los honrará; no sólo a restaurar la dignidad que perdieron por el pecado del primer Adán, pero añaden mayor grandeza de ellos, de la justicia y la gracia del segundo Adán. Las aflicciones no podrán durar más hasta que han hecho el trabajo por el que fueron enviados a durar. No puede haber ninguna duda razonable de que Nabucodonosor era un verdadero penitente, y un creyente aceptado. Se cree que él no vivió más de un año después de su restauración. Así, el Señor sabe cómo abatir los que andan con soberbia, y da gracia y consuelo al pecador humilde, con el corazón roto que lo invoque.

Daniel 4 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés

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Daniel 4:27
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