Eclesiastés 11
La Biblia de las Américas
1 Echa tu pan sobre las aguas,
          que después de muchos días lo hallarás.
2 Reparte tu porción con siete, o aun con ocho,
          porque no sabes qué mal puede venir sobre la tierra.
3 Si las nubes están llenas,
          derraman lluvia sobre la tierra;
          y caiga el árbol al sur o al norte,
          donde cae el árbol allí se queda.
4 El que observa el viento no siembra,
          y el que mira las nubes no siega.
5 Como no sabes cuál es el camino del viento,
          o cómo se forman los huesos en el vientre de la mujer encinta,
          tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas.
6 De mañana siembra tu semilla
          y a la tarde no des reposo a tu mano,
          porque no sabes si esto o aquello prosperará,
          o si ambas cosas serán igualmente buenas.

Consejos a la juventud

7 Agradable es la luz,
          y bueno para los ojos ver el sol.
8 Ciertamente, si un hombre vive muchos años,
          que en todos ellos se regocije,
          pero recuerde que los días de tinieblas serán muchos.
          Todo lo por venir es vanidad.
9 Alégrate, joven, en tu mocedad,
          y tome placer tu corazón en los días de tu juventud.
          Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos;
          mas debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio.
10 Por tanto, aparta de tu corazón la congoja
          y aleja el sufrimiento de tu cuerpo,
          porque la mocedad y la primavera de la vida son vanidad.
Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso.

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