Salmos 63
La Biblia de las Américas
El alma sedienta se satisface en Dios

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

1 Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán.
          Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela
          cual tierra seca y árida donde no hay agua.
2 Así te contemplaba en el santuario,
          para ver tu poder y tu gloria.
3 Porque tu misericordia es mejor que la vida,
          mis labios te alabarán.
4 Así te bendeciré mientras viva,
          en tu nombre alzaré mis manos.
5 Como con médula y grosura está saciada mi alma;
          y con labios jubilosos te alaba mi boca.
6 Cuando en mi lecho me acuerdo de ti,
          en ti medito durante las vigilias de la noche.
7 Porque tú has sido mi socorro,
          y a la sombra de tus alas canto gozoso.
8 A ti se aferra mi alma;
          tu diestra me sostiene.
9 Pero los que buscan mi vida para destruirla,
          caerán a las profundidades de la tierra.
10 Serán entregados al poder de la espada;
          presa serán de las zorras.
11 Mas el rey se regocijará en Dios;
          y todo el que por El jura se gloriará,
          porque la boca de los que dicen mentiras será cerrada.
Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso.

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