Biblia Jubileo 2000 1Y dijo David: Esta será la Casa del SEÑOR Dios, y éste será el altar del holocausto para Israel. 2Después mandó David que se juntaran los extranjeros que estaban en la tierra de Israel, e hizo de ellos canteros, que labraran piedras para edificar la Casa de Dios. 3Asimismo aparejó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta. 4Porque los sidonios y tirios habían traído a David madera de cedro innumerable. 5Y dijo David: Salomón mi hijo es aún muchacho y tierno, y la Casa que se ha de edificar al SEÑOR ha de ser magnífica por excelencia, para nombre y honra en todas las tierras; ahora pues yo le aparejaré lo necesario. Y preparó David antes de su muerte en gran abundancia. 6Llamó entonces David a Salomón su hijo, y le mandó que edificara Casa al SEÑOR Dios de Israel. 7Y dijo David a Salomón: Hijo mío, en mi corazón tuve el edificar templo al nombre del SEÑOR mi Dios. 8Mas vino a mí palabra del SEÑOR, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has traído grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. 9He aquí, un hijo te nacerá, el cual será varón de reposo, porque yo le daré quietud de todos sus enemigos en derredor; por tanto su nombre será Salomón; y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días. 10El edificará Casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre. 11Ahora pues, hijo mío, sea contigo el SEÑOR, y seas prosperado, y edifiques Casa al SEÑOR tu Dios, como él ha dicho de ti. 12Y el SEÑOR te dé entendimiento y prudencia, y él te dé mandamientos para Israel; y que tú guardes la ley del SEÑOR tu Dios. 13Entonces serás prosperado, si guardares para hacer los estatutos y derechos que el SEÑOR mandó a Moisés sobre Israel. Esfuérzate pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes. 14He aquí, yo en mi estrechez he preparado para la Casa del SEÑOR cien mil talentos de oro, y un millar de millares de talentos de plata; no tiene peso el bronce ni el hierro, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás. 15Tú tienes contigo muchos oficiales, canteros, albañiles, y carpinteros, y todo hombre experto en toda obra. 16Del oro, de la plata, del bronce, y del hierro, no hay número. Levántate pues, y a la obra; que el SEÑOR será contigo. 17Asimismo mandó David a todos los príncipes de Israel que dieran ayuda a Salomón su hijo, diciendo: 18¿No es con vosotros el SEÑOR vuestro Dios, el cual os ha dado quietud de todas partes? Porque él ha entregado en mi mano los moradores de la tierra, y la tierra ha sido sujetada delante del SEÑOR, y delante de su pueblo. 19Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestras almas en buscar al SEÑOR vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario del SEÑOR Dios, para traer el arca del pacto del SEÑOR, y los santos vasos de Dios, a la Casa edificada al nombre del SEÑOR. |