Comentario de Matthew Henry 56:1-7 Ten misericordia de mí, oh Dios. Esta petición incluye toda la mercancía para la cual llegamos al trono de la gracia. Si obtenemos misericordia allí, no necesitamos más para hacernos felices. Implica asimismo nuestro mejor declaración de culpabilidad, no nuestros méritos, pero la misericordia de Dios, a su libre rica misericordia,. Podemos huir allá, y confiar en la misericordia de Dios, cuando está rodeado por todos lados por las dificultades y peligros. Sus enemigos eran demasiado difícil para él, si Dios no lo ayudó. Él decide hacer de las promesas de Dios el asunto de sus alabanzas, y por eso tenemos razón para hacerlas. Como no hay que confiar en el brazo de carne, cuando se contraten para nosotros, así que no debemos tener miedo de un brazo de la carne cuando se estira en contra de nosotros. El pecado de los pecadores nunca será su seguridad. ¿Quién conoce el poder de la ira de Dios; qué tan alto puede llegar, cómo la fuerza puede golpear? 56:8-13 Las pruebas difíciles y continuos a través del cual muchas de la gente del Señor han pasado, se debe aprender a estar en silencio y paciente bajo cruces más ligeros. Sin embargo, a menudo nos vemos tentados a quejarse y despond bajo pequeños dolores. Para ello debemos comprobar nosotros mismos. David consuela a sí mismo, en su angustia y el miedo, que Dios se dio cuenta de todas sus quejas y todas sus penas. Dios tiene una botella y un libro para las lágrimas de su pueblo, tanto las lágrimas por sus pecados y los de sus aflicciones. Él los mira con tierna preocupación. Todo verdadero creyente puede decir con audacia, El Señor es mi ayudador, y entonces no temeré lo que el hombre debe hacer a mí; para que el hombre no tiene poder pero lo que le viene dada desde arriba. Tus votos son de mí, oh Señor; no como una carga, sino como aquello por lo que me di a conocer a tu siervo; como una herradura que me preserva de lo que sería perjudicial y me dirige en el camino de mi deber. Y los votos de agradecimiento acompañan adecuadamente oraciones por la misericordia. Si Dios nos libre de pecado, ya sea de hacerlo, o por su misericordia que perdona, él ha entregado nuestras almas de la muerte, que es la paga del pecado. Cuando el Señor ha comenzado un buen trabajo que la irá y perfeccionarlo. David espera que Dios le iba a mantener incluso desde la aparición del pecado. Deberíamos aspirar en todos nuestros deseos y expectativas de la liberación, tanto del pecado y de problemas, para que podamos hacer el mejor servicio al Señor; que nosotros le sirvamos sin temor. Si su gracia ha entregado nuestras almas de la muerte del pecado, él nos llevará al cielo, andando delante de él para siempre a la luz.
Comentario de Matthew Henry [1706], traducido del Inglés Bible Hub |