Comentario de Matthew Henry 146:1-4 Si es nuestro deleite para alabar al Señor mientras vivimos, seremos ciertamente lo alabamos por toda la eternidad. Con esta gloriosa perspectiva que nos ocupa, lo bajo que parecen búsquedas mundanas! Hay un hijo de hombre en quien no ayuda, incluso lo que es también el Hijo de Dios, que no dejará de aquellos que confían en él. Pero todos los demás hijos de los hombres son como el hombre de quien surgieron, el cual, siendo en honor, no cumplió. Dios ha dado la tierra a los hijos de los hombres, pero no es gran esfuerzo en ello. Sin embargo, después de un tiempo, ninguna parte de la tierra será su cuenta, excepto que en el que se pusieron sus cuerpos muertos. Y cuando el hombre regresa a su tierra, en ese mismo día todos sus planes y proyectos se desvanecen y se han ido: ¿entonces qué viene de las expectativas de él? 146:5-10 El salmista nos anima a poner la confianza en Dios. Debemos esperar en la providencia de Dios por todo lo que necesitamos para esta vida, y en la gracia de Dios de lo que está por venir. El Dios del cielo se convirtió en un hombre para llegar a ser nuestra salvación. Aunque murió en la cruz por nuestros pecados, y fue colocado en la tumba, sin embargo, sus pensamientos de amor a nosotros no pereció; resucitó a cumplirlas. Cuando en la tierra, sus milagros eran ejemplos de lo que él todavía está haciendo todos los días. Él concede libertad a los cautivos atados en las cadenas del pecado y de Satanás. Él abre los ojos del entendimiento. Se alimenta con el pan de vida que tienen hambre para la salvación; y él es el amigo constante de los pobres de espíritu, a los desvalidos: con él los pobres pecadores, que son como huérfanos, encontrar la misericordia; y su reino continuará para siempre. Luego deje que los pecadores huyen a él, y los creyentes se regocijan en él. Y como el Señor reinará para siempre, vamos a animarnos los unos a otros para alabar su santo nombre.
Comentario de Matthew Henry [1706], traducido del Inglés Bible Hub |