Comentario de Matthew Henry 14:1-7 Una descripción de la depravación de la naturaleza humana, y la corrupción deplorable de una gran parte de la humanidad. - Dice el necio en su corazón: No hay Dios. El pecador aquí descrito es un ateo, uno que dice que no hay juez o gobernador del mundo, ningún gobernante Providencia en los asuntos de los hombres. Él dice que esto en su corazón. Él no puede satisfacerse que no hay ninguno, pero desea que no había ninguno, y complace a sí mismo que es posible no puede haber ninguno; él está dispuesto a pensar no hay ninguno. Este pecador es un necio; él es simple y poco inteligente, y esto es una prueba de ello: él es malo y lo profano, y esta es la causa. La palabra de Dios es poderosa para discernir estos pensamientos. Ningún hombre dirá: No hay Dios, hasta que está tan endurecido en el pecado, que se convertiría en su interés que no debe haber nadie que le llame a una cuenta. La enfermedad del pecado ha infectado a toda la raza de la humanidad. Todos se han ido a un lado, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Cualquier bien está en ninguno de los hijos de los hombres, o que se hace por ellos, no es de ellos mismos, es la obra de Dios en ellos. Ellos se desviaron del camino recto de su deber, el camino que lleva a la felicidad, y se convierten en las sendas de los violentos. Vamos a lamentar la corrupción de nuestra naturaleza, y vemos qué necesidad tenemos de la gracia de Dios: no nos maravillamos de que se nos dice que debemos nacer de nuevo. Y no debemos descansar en cualquier cosa por debajo de la unión con Cristo, y una nueva creación a la santidad por su Espíritu. Los esfuerzos salmista para convencer a los pecadores de la maldad y el peligro de su camino, mientras que se creen muy sabios y buenos, y seguro. Su maldad se describe. Los que se preocupan por el pueblo de Dios, por los pobres de Dios, no importa porque Dios mismo. La gente corre a toda clase de maldad, porque no piden a Dios por su gracia. Lo bueno se puede esperar de los que viven sin la oración? Pero aquellos que no temen a Dios, puede hacerse que temer en el temblor de una hoja. Todo nuestro conocimiento de la depravación de la naturaleza humana debe hacerse querer para nosotros la salvación de Sión. Pero en el cielo será el único a toda la compañía de los redimidos regocijarse plenamente, y para siempre. El mundo es malo; oh que el Mesías vendría y cambiar su carácter! Hay corrupción universal; oh por los tiempos de la reforma! Los triunfos del Rey de Sión será la alegría de los hijos de Sion. La segunda venida de Cristo, para finalmente acabar el dominio del pecado y de Satanás, será el de completar de esta salvación, que es la esperanza, y será la alegría de cada verdadero israelita. Con esta seguridad debemos consolarnos y entre sí, en virtud de los pecados de los pecadores y los sufrimientos de los santos.
Comentario de Matthew Henry [1706], traducido del Inglés Bible Hub |