Números 12
Comentario de Matthew Henry
12:1-9 La paciencia de Moisés fue juzgado en su propia familia, así como por el pueblo. La pretensión era que se había casado con una esposa extranjera; pero, probablemente, su orgullo estaba herido y su envidia despertó, por su autoridad superior. La oposición de nuestros parientes cercanos, y de los amigos religiosos, es más dolorosa. Pero esto debe ser buscado, y será así si en tales circunstancias podemos conservar la dulzura y la mansedumbre de Moisés. Por tanto, Moisés fue equipado con el trabajo fue llamado a. Dios no sólo borra Moisés, pero lo elogió. Moisés tenía el espíritu de profecía de una manera que lo puso por encima de todos los otros profetas; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él; y nuestro Señor Jesús le supera infinitamente, Heb 3:1. Que María y Aarón consideran quienes eran ellos insultaron. Tenemos razones para tener miedo de decir o hacer cualquier cosa contra los siervos de Dios. Y esos son presuntuosos de hecho que no temen decir mal de las potestades superiores, 2 Pedro 2:10. La eliminación de la presencia de Dios es la señal más segura y más triste del desagrado de Dios. ¡Ay de nosotros, si le salen! él nunca se aparta, hasta por el pecado y la insensatez le conducimos a nosotros.

12:10-16 La nube se apartó, y Miriam estaba leprosa. Cuando Dios va, mal viene: esperar nada bueno cuando Dios se aleja. Su falta la lengua, como dice el obispo Hall, fue justamente castigado con una cara falta. Aarón, como sacerdote, fue juez de la lepra. No podía pronunciar su leprosa sin temblar, sabiéndose igualmente culpables. Pero si ella estaba así castigado por hablar en contra de Moisés, ¿qué será de los que pecan contra Cristo? Aaron, quien se unió a su hermana para hablar en contra de Moisés, se ve obligado a él ya su hermana, a suplicarle, y hablar bien de él a quien había culpado tan recientemente. Los que pisotean los santos y siervos de Dios, algún día se espera para hacer la corte a los mismos. Es así cuando reprimendas producen confesión de pecado y arrepentimiento. Estos delincuentes, aunque corregido y deshonrado, serán perdonados. Moisés hizo que aparece, que le perdonó la lesión lo hizo. Con este patrón de Moisés, y el de nuestro Salvador, quien dijo: Padre, perdónalos, hay que conformarse. Una razón es dada para Miriam se puso fuera del campamento durante siete días; porque así ella debe aceptar el castigo de su pecado. Cuando en virtud de las muestras de desagrado de Dios por el pecado, nos conviene tener lástima de nosotros mismos. Esto obstaculiza el progreso del pueblo en su marcha hacia adelante hacia Canaán. Hay muchas cosas que se nos oponen, pero nada por lo que nos estorba en el camino hacia el cielo, como el pecado.

Comentario de Matthew Henry [1706], traducido del Inglés

Bible Hub
Numbers 11
Top of Page
Top of Page