Comentario de Matthew Henry 3:1-11 Ezequiel había de recibir las verdades de Dios como el alimento para su alma, y para alimentarse de ellos por la fe, y él se fortalecería. Amables almas pueden recibir esas verdades de Dios con alegría, que hablan de terror para los impíos. Él tiene que hablar de todo eso, y que sólo, que Dios le hablaba. ¿Cómo podemos hablar mejor la mente de Dios que con sus palabras? Si decepcionado en cuanto a su pueblo, no debe sentirse ofendido. Los habitantes de Nínive había obrado en ellos por la predicación de Jonás, cuando Israel estaba unhumbled y no reformado. Tenemos que salir de esta a la soberanía divina, y decir, Señor, tus juicios abismo grande. No van a considerar a la palabra del profeta, porque no van a considerar a la vara de Dios. Cristo promete a fortalecerlo. Él debe seguir serio en la predicación, sea cual sea el éxito podría ser. 3:12-21 Esta misión hizo que los santos ángeles se regocijan. Todo esto era convencer a Ezequiel, que el Dios que lo envió tenía poder para llevar a cabo su trabajo. Estaba abrumado por la pena por los pecados y miserias de su pueblo, y está dominado por la gloria de la visión que había visto. Y sin embargo, el retiro, la meditación y comunión con Dios puede ser dulce, el siervo del Señor debe prepararse para servir a su generación. El Señor le dijo al profeta que le había puesto por centinela de la casa de Israel. Si advertimos a los malos, no estamos sometidos a la percepción de su ruina. Aunque estos pasajes se refieren al pacto nacional hecho con Israel, son igualmente ser aplicado al estado final de todos los hombres bajo todas las dispensaciones. Somos no sólo para animar y consolar a los que parece ser justo, pero se deberá alertar, porque muchos han crecido altivos y seguros, han caído, y hasta han muerto en sus pecados. Sin duda, entonces los oyentes del evangelio deben desear advertencias, e incluso reproches. 3:22-27 Vamos a dueños de nosotros mismos para siempre en deuda con la mediación de Cristo, para el coito bendita entre Dios y el hombre; y un verdadero creyente dirá: Nunca estoy menos solo que cuando de este modo solo. Cuando el Señor abrió la boca de Ezequiel, que iba a entregar su mensaje con audacia, para colocar la vida y la muerte, la bendición y la maldición, delante del pueblo, y los dejan a su elección.
Comentario de Matthew Henry [1706], traducido del Inglés Bible Hub |