Job 1:3
Su hacienda era de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y muchísima servidumbre; y era aquel hombre el más grande de todos los hijos del oriente.
1:1-5 Job era próspero, y sin embargo piadosa. Aunque es difícil y raro, no es imposible que un rico entre en el reino de los cielos. Por la gracia de Dios las tentaciones de las riquezas mundanas pueden ser superados. La cuenta de la piedad y la prosperidad de Job viene antes de la historia de sus grandes aflicciones, mostrando que ni asegurará de angustias. Mientras Job vio la armonía y el confort de sus hijos con satisfacción, su conocimiento del corazón humano le hizo temer por ellos. Envió y los santificaba, recordándoles que deben examinarse a sí mismos, a confesar sus pecados, pedir perdón; y como alguien que espera para ser aceptados por Dios a través del Salvador prometido, ofreció un holocausto para cada uno. Percibimos su cuidado por sus almas, su conocimiento de la condición pecaminosa del hombre, toda su dependencia de la misericordia de Dios en la forma en que había sido señalado.

Job 1 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés

Enlaces
Job 1:3 InterlinealJob 1:3 PlurilingüeJob 1:3 EspañolJob 1:3 FrancésHiob 1:3 AlemánJob 1:3 ChinoJob 1:3 InglésBible AppsBible Hub

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso.
Job 1:2
Inicio De La Página
Inicio De La Página