Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque yo le tengo miedo, no sea que venga y me hiera a mí y a las madres con los hijos. 32:9-23 tiempos de miedo deben ser momentos de oración: lo que causa miedo, nos debe conducir a las rodillas, a nuestro Dios. Jacob había visto últimamente a sus guardias de ángeles, pero en esta angustia que se aplica a Dios, no a ellos; él sabía que eran sus compañeros de servicio, Re 22:09. No puede haber un mejor modelo para la verdadera oración que esto. Este es un reconocimiento agradecido de antiguos favores inmerecidos; una humilde confesión de indignidad; una afirmación clara de sus miedos y angustias; una referencia completa de todo el asunto al Señor, y descansando todas sus esperanzas en él. Lo mejor que podemos decir a Dios en la oración, es lo que nos ha dicho. Así él hizo que el nombre de Jehová su torre fuerte, y no podía dejar de estar a salvo. El temor de Jacob no le hizo hundirse en la desesperación, ni su oración le hacen presumir la misericordia de Dios, sin el uso de medios. Dios responde a las oraciones por enseñarnos a pedir nuestros asuntos correctamente. Para apaciguar a Esaú, Jacob le envió un presente. No hay que desesperar de reconciliar a nosotros mismos a los que más enojado contra nosotros.Génesis 32 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés Enlaces Génesis 32:11 Interlineal • Génesis 32:11 Plurilingüe • Génesis 32:11 Español • Genèse 32:11 Francés • 1 Mose 32:11 Alemán • Génesis 32:11 Chino • Genesis 32:11 Inglés • Bible Apps • Bible HubLas citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso. |